viernes, 10 de agosto de 2007

Enfermedades de tejedoras y tejedores



Bernardino Ramazzini:

Un texto histórico:"Hay seres humanos que contraen las enfermedades mas graves allí donde esperan obtener sostén de su vida y de su familia, y que mueren maldiciendo su ingrata profesión".


Con motivo de la celebración de la Jornada "300 años del Tratado de Ramazzini", se publicaron estos textos. Hace tres siglos se publica en Módena De morbis artificum, de Bernardino Ramazzini, traducida en España, con evidente y sintomático retraso, en 1983.El Tratado de las enfermedades de los artesanos es la primera obra que sistematiza todas las enfermedades relacionadas con las profesiones de su tiempo.
Como escribe el prologuista de la traducción española, «en el caso de la medicina del trabajo, Ramazzini fue el más influyente, el más entusiasta, el primero entre los médicos que atisbó la trascendencia de una ciencia médica preocupada por la variada patología derivada del trabajo».Años aquellos de preparación de lo que sería la revolución industrial en la Europa del siglo XIX. Los artesanos eran hombres libres y jugaban un papel esencial en la vida cotidiana de las ciudades por las actividades que desempeñaban. Años de crisis demográfica que genera una escasez de fuerza de trabajo, como menciona G. Berlinguer.
Sin embargo, es muchos años más tarde cuando nace la medicina social como disciplina. La miseria, las enfermedades de los barrios obreros en los centros industriales, las revueltas y el nacimiento de las primeras ideas del socialismo utópico son fenómenos paralelos en el siglo XIX.
Las reivindicaciones obreras han estado siempre vinculadas a la mejora de las condiciones de vida y trabajo, a la protección ante las consecuencias de una actividad cuyo beneficio era recogido por el empresario que, sin embargo, no quería responsabilizarse de los resultados negativos para el trabajador y su familia.
Se ha dicho, con razón, que en la relación de intercambio trabajo-salario el trabajador presta su fuerza, su capacidad, su habilidad, su experiencia, no su vida, pero no es menos evidente que la salud laboral está determinada socialmente en cada momento por la relación de fuerzas existente. Es a través de esa relación de fuerzas, hoy también, como podemos mejorar nuestras condiciones de vida y trabajo.
Este tipo de trabajo es ciertamente fatigoso, pues se ejercita todo el cuerpo, ambas manos, los brazos, los pies y la espalda, de manera que no hay parte alguna que no se esfuerce al mismo tiempo en esta tarea. […]. Dado pues, que se trata de un oficio fatigoso, tiene sus inconvenientes propios, especialmente para las mujeres; pues, si están embarazadas, fácilmente abortan y expulsan el feto, de lo cual sobrevienen luego muchos males.


Fuente: Sobre la base de textos de Ramazzini y grabados de Jost Amman & Hartman Schoper, Omnium illiberalium mechanicarum. Franforti ad Moenum, 1568 (Biblioteca Nacional)

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